¿Qué mensajes tenías de tu madre, de tu familia, cuando después del partido viste el teléfono? Todos muy contentos porque los que son más cercanos a mí saben todo lo que pasé, tanto las cosas buenas como las malas, todo el esfuerzo que pongo cada día. Todos muy contentos porque es una recompensa.
Cuando te dicen el sábado que vas convocado con el primer equipo ¿qué se te pasa por la mente? La verdad es que me tomó un poco por sorpresa, sabía que existía la posibilidad de estar convocado, pero no me lo esperaba. Y, nada, cuando me lo dijeron tenía más ganas que nunca de que llegara el domingo y ver si podía jugar y aportar al equipo.
Para los aficionados que te vieron por vez primera en el partido contra el Madrid, lo que mostraste en el derbi es el carácter de Juan Fernández. Sí, sí, parecido. La parte sobre todo más física y pasional. Cuando entré en el partido creo que es lo que tenía que hacer con ese nivel de intensidad. También puedo aportar cosas en ataque, claro.
Debido a la limitación de plazas de extracomunitarios no habías podido debutar todavía. Sin embargo, compañeros tuyos en el equipo EBA de la pasada temporada como Juanjo Santana, Rodijs Macoha y Bassala Bagayoko ya debutaron con anterioridad. ¿Cómo has llevado esa circunstancia? Tenía la suerte de que todos los compañeros que vos nombraste son buenas personas, tengo buena relación con ellos, así que no lo vi como que ellos lo estaban consiguiendo y yo no. Me ponía contento por mis compañeros, que tuvieran la posibilidad de debutar en ACB y jugar minutos. Es verdad que me costó mucho la idea de que estaba haciendo bien las cosas pero que no podía debutar por las plazas de extracomunitario. Me apoyé mucho en mis amigos, en mi madre, en toda la gente cercana que me ayudó a seguir esforzándome cada día. Sabía que tarde a temprano el momento iba a llegar.
¿En qué medida ayuda en vuestro crecimiento el hecho de que José Luis Pichel sea vuestro primer entrenador del equipo de Liga EBA y al mismo tiempo entrenador ayudante en el Urbas Fuenlabrada de la Liga Endesa? Nos ayuda mucho, sobre todo en los entrenamientos del inicio cuando estábamos un poco perdidos con las jugadas y con el ritmo tan diferente al que se juega. Ahora estamos mucho más integrados, pero sigue pendiente de nosotros, de exigirnos y de darnos una mano si lo necesitamos. Es algo que se agradece mucho.
En el día a día entrenas siempre con el primer equipo, pero también trabajas con el filial ¿cuál es el plan de trabajo que llevas? Hago todos los entrenamientos del primer equipo. Si por la tarde el equipo de ACB descansa, entonces suelo entrenar con el EBA. Hubo ocasiones en las que hice doble turno con el primer equipo y además un tercer entrenamiento con el filial a las nueve de la noche.
Entremos pues en la dinámica del Urbas Fuenlabrada ¿piensas que somos capaces de mantener de aquí hasta mayo la intensidad en el juego que tuvimos en el derbi del domingo? Lo veo muy posible. Los chicos tienen muchas ganas de conseguir victorias y creo que ahí también puedo aportar carácter. Creo que vamos a mantener esa actitud en todos los partidos que quedan. La actitud no es negociable, hay que dejar siempre el cien por cien. Los aficionados se sienten muy identificados cuando jugamos así.
¿Cómo hacéis mental, física y tácticamente para jugar un sábado por la noche en EBA y un domingo por la mañana en ACB? En lo personal se me hace un poco más fácil jugar contra equipos de ACB porque son todos mucho más estructurados y ya sabes el perfil de los jugadores a los que te enfrentas, lo que suelen hacer, desde dónde suelen tirar, etcétera. Y además, toda la semana la pasamos trabajando en el partido del finde. En el caso de EBA no conozco tanto a los rivales y capaz viene uno que me dicen que no es tirador y me mete cinco triples… pueden pasar esas cosas en EBA, pero en ACB es difícil que pasen.