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El Real Madrid busca reaccionar ante un ambicioso Gran Canaria

El Real Madrid busca una victoria que palie sus dos derrotas en los últimos días y le permita aspirar de nuevo el liderato, para lo que necesitaría que cayese el TAU Cerámica. El Gran Canaria, a por todas, intentando demostrar su buen momento y el porqué de su actual sexta posición. Además, ya ha ganado los dos últimos años en el feudo blanco

Eduardo Hernández-Sonseca vuelve a Madrid
© Eduardo Hernández-Sonseca vuelve a Madrid
  

Madrid, 5 mar. 2005 (EFE).- Elmer Bennett y Mous Sonko son las grandes dudas del Real Madrid para el partido de mañana, domingo, contra el Gran Canaria, a las 12.30 horas en Vistalegre, ya que ambos están aquejados de gripe, con fiebre, y no pudieron ejercitarse junto al resto del equipo.

El entrenador madridista, Bozidar Maljkovic, tendrá que esperar prácticamente hasta última hora para confirmar si puede contar con el base y el escolta, en función de la evolución de sus respectivos procesos víricos.

"Para intentar ganar al Gran Canaria, un conjunto que de la mano de Pedro Martínez desarrolla un baloncesto muy serio, muy ordenado y muy completo, deberemos hacer un grandísimo esfuerzo", declaró Maljkovic en alusión al encuentro de mañana para el que ha citado a once jugadores, entre ellos los dos tocados.

Tras la derrota ante el Winterthur FC Barcelona, en la Euroliga, Maljkovic incidió en la importancia que tendrá mañana el apoyo del público en el Palacio de Vistalegre.

"El apoyo de nuestro público, siempre importantísimo, será especialmente apreciado por nosotros, ya que esa inyección de ánimo que nos insufla nuestra afición nos resultará muy necesaria para ayudarnos a superar la difícil situación de desgaste que sufrimos por la acumulación de problemas físicos y de partidos", indicó el preparador madridista.

El Gran Canaria afrontará mañana un atractivo partido en el feudo del Real Madrid con el propósito de disfrutar del baloncesto, ser competitivos y, sin excesiva presión, intentar la proeza ante un rival poderoso que le supera tanto en lo económico como en el potencial de plantilla.

Los pupilos de Pedro Martínez, a los que una semana sí y otra también les persigue el infortunio en forma de bajas -Jason Klein aún no dispone de la suspensión cautelar a su sanción por dopaje y Gonzalo Martínez recayó en su lesión de rodilla-, no renuncian a la gesta en una cancha tradicionalmente adversa.

Así, el partido Real Madrid-Gran Canaria se ha jugado en doce ocasiones en la ACB y el balance es claramente favorable a los anfitriones -9 a 3-. Sin embargo, la última victoria madridista se remonta al 14 de abril de 2002 -los amarillos se han mostrado respondones en los últimos tiempos-.

Mientras los madrileños jugarán con exigencias para terminar una racha negativa -derrotas ante Adecco Estudiantes en Liga y Winterthur FC Barcelona en Euroliga-, el Gran Canaria intentará prorrogar las buenas sensaciones que dejó su triunfo apabullante en la isla ante el Pamesa Valencia.

El entrenador del conjunto canario que, por lógica concede la condición de favorito al Real Madrid, adelantó que acuden a la cita con el mejor de los ánimos, así como con el propósito de ser competitivos y alcanzar su mejor juego porque, sólo así, podrían ganar el encuentro.

Cuestionado en referencia a las posibilidades de aprovechar el bache de resultados de los madrileños, el técnico barcelonés dijo que nunca se sabe: "Se podría pensar que ellos están delicados y que podíamos rentabilizarlo o, por el contrario, que nos reciban al cien por cien de concentración y nos pasen por encima".

La clave para Martínez será "el trabajo físico" porque, únicamente, si está equilibrado, habría opciones para un triunfo visitante.

"El Real Madrid es un equipo muy físico, con un Gelebale muy atlético y, dentro, con jugadores grandes y reboteadores como Reyes o Burke. Además, anota con facilidad gracias a Bennett, Bullock, Fotsis o Herreros", explicó.

El Real Madrid-Gran Canaria se jugará mañana a las 11.30 -hora canaria- en el Palacio de Vistalegre, y será arbitrado por Sancha, Conde y Rosado.