Barcelona, 13 nov. 2004 (EFE).- El Barcelona quiere convertir en anécdota su primera derrota de la temporada, encajada en la pasada jornada de Liga ante el Etosa (86-80), para lo que necesita convencer mañana en el Palau Blaugrana ante el Casademont Girona.
Los azulgrana ya no ostentan la condición de invictos como sí lo hace su verdugo de la pasada semana y el Real Madrid, por lo que deben evitar que aumenten las diferencias respecto a esos dos primeros clasificados.
Las perspectivas son optimistas en cualquier caso, tanto por la condición de local en el partido de mañana como por el referente que supone la victoria del jueves en la Euroliga en la pista del Olimpia Liubliana (69-83).
En aquel partido, el danés Christian Drejer reivindicó el papel de mayor relevancia en el equipo que se le atribuyó con la llegada al banquillo de Joan Montes.
Drejer fue el máximo anotador de su equipo en el encuentro de Eslovenia y se ganó los elogios de Montes, quien únicamente le exigió una mayor regularidad y una óptima predisposición mental.
El alero, que llegó al Barcelona una vez iniciada la pasada campaña, tendrá mañana una buena oportunidad para reivindicar minutos y peso en el equipo.
El planteamiento de Joan Montes, en cualquier caso, será el mismo que tanto éxito le había dado hasta ese tropiezo en Alicante, del que el equipo empezó a recuperarse en Eslovenia.
El partido ante el Casademont Girona servirá también para que el pívot Jordi Trias se reencuentre con el que era su club hasta la pasada temporada.
Trias se verá las caras con sus ex compañeros y posiblemente lo haga con una motivación adicional tanto por el reencuentro como por los escasos minutos que Joan Montes le dio en Eslovenia.
El pívot azulgrana apenas disputó cinco minutos de partido ante el Olimpia Liubliana, donde su rendimiento estuvo lejos del deseado por Montes, e intentará resarcirse mañana ante el Casademont Girona.
El Barcelona, en cualquier caso, buscará por todos los medios hacerse acreedor del papel de favorito que le otorgan las quinielas, a la espera del primer tropiezo de Etosa y Real Madrid, los conjuntos que lideran actualmente la clasificación.
La presencia en el equipo de Luke Recker es la gran novedad del Casademont Girona en el partido que jugará el domingo en el Palau Blaugrana ante el Barcelona, calificado por el técnico Edu Torres de encuentro de máxima dificultad.
Recker podrá debutar al fin con su nuevo equipo, después de haber estado lesionado desde la pretemporada. Su entrada ha coincidido esta semana con la baja de Robert Conley, quien le había sustituido en los primeros partidos de liga.
Sobre este cambio, el técnico del equipo destaca "la necesidad de entender que ambos jugadores son distintos, porque Recker es un tirador puro y Conley un todo terreno".
Según Edu Torres, la llegada de Luke Recker permitirá al Casademont jugar "más estructurado", aunque recordó que el alero "no ha competido en los dos últimos meses".
En todo caso, Torres reclama "normalidad lo antes posible, porque el inicio de liga ha sido muy duro y aún no están disponibles todos los jugadores", en alusión a los aún lesionados Nacho Biota y Eric Struelens.
Al analizar al Barcelona, Edu Torres lo tiene claro: "Nos enfrentamos al campeón de liga y debemos tenerle el respeto lógico".
El técnico del Casademont Girona entiende en consecuencia que el partido será de "máxima dificultad" y que sus jugadores deberán actuar "con mucha valentía".
Torres destacó también "la gran calidad que hay en todas las posiciones del equipo azulgrana y el hecho de contar con seis o siete jugadores que están con mucha confianza".
Además, el entrenador del conjunto ilerdense entiende que el Barcelona "parece que sentirse bien jugando más libre, después de haberlo hecho de manera muy estructurada en las últimas temporadas".