Inés Morencia. Valladolid, 8 may. 2014 (EFE).- El Unicaja arrolló sin paliativos (65-106) a un CB Valladolid muy errático, que sucumbió a las primeras de cambio ante la fuerza visitante, que se quedó sin ideas ofensivas y sin ninguna capacidad en el juego interior y se terminó convirtiendo en convidado de piedra en este partido.
Los malagueños salieron con la intensidad que suelen enarbolar habitualmente para dominar desde el primer minuto a un rival que no salió con la suficiente concentración y cometió errores defensivos, lo que derivó en un parcial de 4-12 que Ricard Casas intentó frenar con un tiempo muerto.
El técnico catalán dio entrada a Armon Johnson y a Lamont Mack, lo que aportó más energía al cuadro local, que, de esta manera, pudo cortar el empuje de los malagueños, aunque éstos siguieron controlando el marcador para llegar al final del primer cuarto con siete puntos de renta (19-26).
El Unicaja no estaba dispuesto a ceder ni un ápice y, con un total dominio del juego interior y una mayor organización colectiva, siguió aumentando la renta (25-39), ya que la defensa vallisoletana se mostró totalmente inoperante y también muy errática en la faceta ofensiva.
Con todo ello, el cuento ya estaba escrito, con un Unicaja muy superior y un CB Valladolid que, al igual que en anteriores encuentros, fue un querer y no poder, con jugadores desenchufados, como Haritopoulos, Omari Johnson y Andjusic, piezas clave del cuadro morado, por lo que la ventaja creció hasta el 36-52 al descanso.
La oveja quiso convertirse en lobo, e intentó remontar con una salida intensa que dejaría el resultado en 43-53, pero la calidad de jugadores como Toolson o Vázquez impidieron que ese intento por cambiar el rumbo del partido llegara a buen puerto, ya que los andaluces volvieron a apretar el acelerador (47-67).
Y ya no levantarían el pie del mismo, presionando en defensa y pasando por encima de un impotente conjunto vallisoletano, al que ya sólo le quedaba intentar echar el resto para hacer un mejor último cuarto y evitar que las diferencias fueran humillantes (49-81).
Pero no hubo opciones y el Unicaja siguió sacando los colores a un CB Valladolid que no supo hacer frente a la intensidad visitante y que se mostró muy flojo en defensa, dejando en bandeja de plata la victoria a los malagueños, quienes sumaron una valoración global de 151 por 40 de los locales para anotarse un abultado triunfo.
65 - CB Valladolid (19+17+13+16): Pozas (4), Drenovac (9), Andjusic (7), Mack (13), Haritopoulos (8) -cinco inicial-, Martínez (2), Omari Johnson (6), Armon Johnson (12), Vilhjamsson (2) y Manzano (2).
106 - Unicaja (26+26+29+25): Granger (8), Dragic (15), Kuzminskas (13), Caner-Medley (9), Vázquez (9) -cinco inicial-, Calloway (2), Suárez (5), Stimac (13), Toolson (13), Sabonis (8), Urtasun (11) y Vidal (-).
Árbitros: Hierrezuelo, Peruga y Sacristán. Eliminaron por cinco faltas personales a Pepe Pozas (min.38), del CB Valladolid.
Incidencias: Encuentro correspondiente a la trigésima primera jornada de Liga Endesa disputado en el pabellón Pisuerga ante 2.000 espectadores.