Manresa (Barcelona), 3 Abr. 2010 (EFE).- El Regal Barcelona recupera el aliento tras las buenas sensaciones vividas en la clasificación para la Final entre Cuatro de la Euroliga para medirse a un Suziki Manresa (12:15 horas) tocado, después de encajar cuatro derrotas consecutivas.
Firme en lo alto de la tabla de la ACB, el conjunto de Barcelona se volvió a dar un festín durante la semana al alcanzar por undécima vez la Final entre Cuatro, después de eliminar al Real Madrid, al que le ganó los dos partidos en la cancha madridista (1-3).
El estado de gracia del equipo que entrena Xavi Pascual no admite dudas después de la forma en la que ha alcanzado nuevamente su billete para jugar en París el máximo trofeo continental del baloncesto, donde se medirá como ya pasó el año pasado en Berlín al CSKA de Moscú, que eliminó al Caja Laboral.
Mientras llega la fiesta del Omnisport de París-Bercy, donde el FC Barcelona ya ha jugado dos finales, el equipo de Pascual regresa a la competición española con dos de sus grandes figuras, los catalanes Ricky Rubio y Joan Carles Navarro, en un estado sublime.
Este momento barcelonista no parece que sea la mejor manera para que se motive un Suzuki Manresa en caída libres desde hace unas semanas, al haber cosechado cuatro derrotas consecutivas.
El equipo del Bages recibe en su peor momento al mejor equipo de la Liga, el que está más en forma y, además, es el líder. Los de Jaume Ponsarnau llevan una racha de cuatro derrotas seguidas, la última de ellas con paliza incluida ante Estudiantes.
Precisamente la derrota por 29 puntos de la jornada anterior se presenta como el mejor argumento de peso para que Posarnau consiga hacer reaccionar a sus hombres y que ante el todopoderoso Barça salgan a competir al máximo.
De hecho, la demostración de que en baloncesto nada es imposible se encuentra en el último Manresa-Barça, en el conocido partido de las cuatro prórrogas, que se saldó con un 122 a 117 a favor de los locales, los cuales apelarán al mismo espíritu de lucha y superación de aquel día.
Eso sí, enfrente tendrán a un equipo de grandes recursos, que en la primera vuelta le dejó en tan solo 45 puntos en el casillero.
A su favor, el Suzuki cuenta con el tiempo que ha dispuesto para preparar el partido, pues Ponsarnau ha podido trabajar toda la semana con sus hombres y con la plantilla al completo, incluido Sergiy Gladyr, quien estará a su disposición mañana domingo.
En cambio, el Barça podría acusar el cansancio de la eliminatoria ante el Real Madrid, aunque la solvencia con la que los de Xavi Pascual han certificado su pase para nada hacer pensar que puedan bajar el listón.
Además, el Barça, que solo ha perdido dos partidos, quiere asegurarse como antes mejor la primera posición en la fase regular, lo que le garantizaría el factor pista en la fase final.
En cambio, el Suzuki debe sumar, pues aunque en la última jornada el resto de resultados le favoreció, los de Ponsarnau quieren ampliar la distancia, por ahora de tres victorias, con las posiciones de descenso.
Pese a la gran diferencia existente entre los dos conjuntos, el Suzuki Manresa ha demostrado nivel suficiente para poner las cosas difíciles a los grandes equipos. Lo hizo en su pista ante el Real Madrid, el Power Electronics Valencia y el DKV Joventut, con los que tuvo opciones de victoria hasta los últimos minutos.
Históricamente, la pista manresana ha sido muy favorable al Barça, donde ha ganado en 21 de las 33 veces que ha jugado. Aunque, el cuadro de Manresa ha conseguido la victoria en tres de los últimos seis partidos.