Zaragoza / Madrid, 1 Nov. 2008 (EFE).- El CAI Zaragoza intentará ofrecer mañana a sus seguidores su primera victoria como locales en su regreso a la liga ACB y además alejar la posible crisis que puede empezar a dejarse ver en el caso de no superar al MTT Estudiantes.
Zaragozanos y madrileños llegan a esta cita con el mismo número de triunfos, uno, aunque los de la capital aragonesa suman una derrota menos por haber disfrutado ya de la obligatoria jornada de descanso de esta temporada.
El partido entre dos claros aspirantes a la permanencia se presenta como una final anticipada, a pesar de estar tan solo en la sexta jornada y de que todavía resta mucho camino por recorrer, y los zaragozanos son conscientes de que ante los estudiantiles, un rival que la temporada pasada se salvó con el toque de campana, disponen de una buena oportunidad para recuperar la moral y no empezar a vislumbrar fantasmas.
Los componentes del CAI Zaragoza saben que volverán a contar con diez mil seguidores en las gradas del pabellón Príncipe Felipe para respaldarles, pero también son conscientes de que deben ofrecerles algo a cambio para tener su aliento.
Los hombres que dirige Curro Segura han disputado dos partidos como locales, frente a Pamesa Valencia y Alta Gestión Fuenlabrada, y en ambos cayeron derrotados. Ante los valencianos por irse del partido en el momento clave y con los fuenlabreños realizaron un gris partido ante uno de los rivales considerados de su liga.
Para afrontar este encuentro, el técnico granadino tendrá a todos los componentes de la plantilla a su disposición, aunque con Lucas Victoriano y Sergio Pérez Anagnostou algo mermados pero sin problemas para saltar a la pista cuando sean requeridos para jugar.
El MMT Estudiantes casi pierde la categoría la pasada temporada, en la que sólo ganó uno de los once primeros partidos del calendario, y en el curso actual, con nuevo entrenador y sólo cinco jugadores del último equipo en nómina, regresa mañana a la cancha del CAI Zaragoza al cabo de doce años con otra herida abierta por las derrotas.
Los colegiales empiezan a preocuparse. Suman un triunfo por cuatro partidos perdidos en cinco encuentros. Cayeron en Badalona después de ir ganando por dieciséis puntos, naufragaron en la pista del Pamesa Valencia y, en el choque más reciente, contra el Gran Canaria y en el Telefónica Arena, sucumbieron por veintidós puntos frente al Gran Canaria y fueron despedido con pitos por su propia afición.
"Siempre desaparecemos un cuarto", lamentó el técnico estudiantil, Luis Casimiro, cuando el repaso de los insulares (66-88) todavía escocía. Y sigue escociendo dentro del vestuario. Eso sí, el CAI Zaragoza, que no recibe a los madrileños en el pabellón Principe Felipe desde hace dos años, también acumulan un sólo encuentro ganado.
La situación, sin embargo, parece más acuciante en el caso del equipo del Ramiro de Maeztu que en el caso de un recién ascendido. Sobre todo, porque el calendario le reserva una salida al Palau Blaugrana la próxima jornada y, en la siguiente, la visita del Alta Gestión Fuenlabrada al Telefónica Arena, o sea, dos citas de alto voltaje.
"El equipo está herido después de una derrota, pero también significa que vamos a por todas. Tenemos que empezar a tener buenas sensaciones a partir de la defensa y, luego, todo saldrá. En nuestros dos últimos partidos ha sido muy mala y a eso se deben las derrotas", aseguró el italo-argentino Pancho Jasen.
Los colegiales, al menos, han metido una buena noticia para subirse al tren con destino a la capital maña: el regreso del escolta esloveno Samo Udrih, dado de alta por los servicios médicos, que ha tenido actividad normal durante toda la semana. En el otro extremo, vuelve a caerse de la convocatoria el pívot Martin Rancik.
Doscientos aficionados acompañarán al MMT Estudiantes en el pabellón zaragozano, donde los titulares del terreno todavía no conocen la victoria. El partido entre zaragozanos y madrileños será arbitrado por Hierrezuelo, Sánchez Mon y Pérez Niz.