Manresa (Barcelona) / Las Palmas de Gran Canaria, 15 mar. 2008 (EFE).- El Ricoh Manresa debe asegurar los partidos en casa. Aún necesita algunas victorias más para situarse claramente fuera de las posiciones de descenso que ahora tiene a sólo dos victorias.
Mañana en el Nou Congost ante el Kalise Gran Canaria tendrá una nueva ocasión de conseguir una valiosa victoria. En la ACB, la situación del Gran Canaria es bastante opuesta, mientras el Ricoh Manresa está a dos victorias del descenso, los isleños están a dos de las eliminatorias por el título.
En cualquier caso, cabe esperar un partido igualado, como ya fue la ida que se decidió en los últimos minutos con un resultado de 83-78, a favor del Kalise Gran Canaria.
Jaume Ponsarnau, técnico del Ricoh Manresa, augura un partido "muy duro", pero recuerda que "en casa, jugaremos con más motivación. Pero esta voluntad y estas ganas e incluso en algún momento esta ansia de gustar a nuestra gente algún día, la verdad es que nos ha causado dificultades para desplegar nuestro juego".
Según el entrenador del equipo catalán el partido "la mayoría de partidos es una final con una trascendencia importante puesto que se va acercando el final de la liga y los equipos están apretando y amenazando nuestro objetivo".
Los de Salva Maldonado disfrutan de una situación más tranquila que los manresanos, tienen once victorias en la liga, y se pueden permitir estar más pendientes de remontar el mal resultado en la ULEB Cup ante el Galatasaray (99-74) el próximo martes en Las Palmas.
Aún así, Ponsarnau opina que "es un equipo que en los últimos años tiene una experiencia de compatibilizar la competición en Europa con la ACB. Es un equipo que tiene muy claro cual es su primer objetivo y éste es la ACB. Además tienen la experiencia de saber claramente lo que son estas dos competiciones y nos encontraremos con un equipo que no pensará en el partido que ha jugado en Turquía ni en el que debe disputar la semana que viene".
Para el partido de mañana, Jaume Ponsarnau contará con toda la plantilla al completo. Algo que tiene que contribuir a que el equipo catalán mejore sus estadísticas.
Por su parte, el Kalise Gran Canaria quiere apurar sus opciones a Plyoff en la cancha del Ricoh Manresa, en la que debe ganar para presionar al octavo clasificado de la fase regular de la Liga, el equipo catalán Akasvayu Girona.
Los pupilos de Salva Maldonado, que sólo han podido ganar esta temporada ACB en el feudo del sevillano Cajasol, se han conjurado para que el Ricoh Manresa pague los platos de un decepcionante arranque en los octavos de final de la europea ULEB Cup, ya que perdieron el pasado martes por 25 puntos en la cancha del turco Galatasaray.
Un triunfo del Kalise inyectaría moral, autoestima y convicciones para intentar la proeza de la remontada en el choque de vuelta con los otomanos, que se jugará el 18 de marzo en la isla.
Maldonado no dio prioridad a uno de estos próximos partidos -"queremos ganar tanto el domingo como el martes"-, pero reconoció que nunca es fácil la sorpresa en Manresa -"es un equipo muy parecido al nuestro, que se hace fuerte en casa"- y que en la Copa Uleb 25 puntos -"es un lastre impensable para remontar"-.
Los partidos Ricoh Manresa-Kalise Gran Canaria se han vivido en quince ocasiones en la ACB y los anfitriones lo han ganado en doce. Sin embargo, los canarios han salido airosos en dos de sus tres últimas visitas y, en la más recientes, en diciembre de 2005, se impuso por 64-67. Además, en la primera vuelta, el Kalise venció por 83-78.
Tras reclamar concentración a los suyos de principio a fin, Maldonado recordó que visitarán una de las pistas más complicadas de la elite española: "El Ricoh Manresa tiene un conjunto muy ofensivo, que se conoce mucho y, además, está necesitado porque los de abajo están pisando fuerte. Para ganar tenemos que parecernos más al equipo que se enfrentó al Granada que el de Turquía".
Con la totalidad de su plantilla operativa, el Kalise Gran Canaria medirá fuerzas con el Ricoh Manresa en la mañana dominical (a las 11.30, hora de Canarias, y pabellón Nou Congost), con arbitraje de Antonio Rafael Conde, Juan Luis Redondo y Anna Cardús.