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Óscar Perea, una efeméride muy especial

Este pasado domingo, en la disputa del cuarto partido del Playoff Final, Óscar Perea arbitró su partido 700 en Liga Endesa. Una cifra muy especial en uno de los momentos más importantes de la temporada. Conocemos las impresiones de uno de los referentes del arbitraje nacional

acb Photo / A. Bouzo
© acb Photo / A. Bouzo
  

El Playoff Final de la Liga Endesa siempre es el momento culminante de toda temporada; partidos muy especiales para entrenadores y jugadores, pero también para los árbitros. Para Óscar Perea, si cabe el de este pasado domingo fue un encuentro más especial porque, el cuarto partido de la serie final entre Barça y Real Madrid supuso su encuentro 700 en Liga Endesa. En su 22ª temporada en la competición, no pudo haber mejor momento para celebrar tan importante efeméride. "Es inolvidable alcanzar esta cifra mágica de 700 partidos en un partido de tanta repercusión", nos confiesa

El árbitro de Sabadell lleva más de media vida dedicada a un deporte que le enganchó desde joven y que le fue conduciendo al punto en el que hoy se encuentra. Y es que Óscar, antes de arbitrar, sintió el flechazo del baloncesto… pero como jugador. Sin embargo, casi como un proceso natural comprendió que sus pasos como jugador estaban llegando a un punto sin retorno y quiso explorar un nuevo camino sin salirse del deporte que ya le había atrapado. “Empecé arbitrar con 15 años y compaginaba jugando en el Club Natación Sabadell. Mucha gente se hace la misma pregunta ¿cómo decidiste ser árbitro antes de entrenador? En mi caso es porque siempre me he sentido deportista me gusta mucho el deporte y de esta manera era ser partícipe directo del juego. Cuando vas iniciándote en el arbitraje tienes ese ‘gusanillo’ de ir progresando y hacerlo mejor hasta ser muy autocrítico con tu trabajo para ir mejorando día a día”.

Desde entonces, una trayectoria muy larga que le ha llevado por multitud de pistas y ciudades hasta alcanzar la Liga Endesa en la temporada 1999-2000. Un momento especial para cualquier profesional pero que, casualidades de la vida, no fue la única gran noticia que recibió por aquellos días. “Me dijeron que subía a la ACB el 3 de julio de 2000, dos días después de mi boda”. No había mejor regalo de bodas posible para el colegiado y desde entonces ha aprovechado cada instante en la élite.

Más de dos décadas en acb dan para mucho y, sin duda, el tiempo transcurrido ha provocado que haya “cambiado radicalmente el juego y el arbitraje” dentro del baloncesto. Para el colegiado “los jugadores de hoy son físicamente más fuertes. Por todo eso, el arbitraje ha crecido desde la misma manera interrumpiendo menos el juego ya que los jugadores toleran por su capacidad física el contacto”, señala sin olvidar que el juego “también ha cambiado, siendo ahora un baloncesto más táctico”.

Hoy, Óscar Perea es uno de los colegiados más reconocidos en Liga Endesa y su calidad le ha hecho ser árbitro internacional. Sin embargo, él no olvida los orígenes y recuerda sus comienzos en los pequeños pabellones donde fue quemando etapas hasta pasar de la EBA a la ACB. “Pasé de arbitrar en pistas de 500 personas a 8000 en pabellones ACB”, recuerda. Un gran cambio para el cual fue indispensable un periodo de adaptación. “No estás preparado para este cambio, te vas adaptando jornada a jornada” reconoce, aunque a la par nos confiesa que el cambio “personalmente, me encantó ya que pasé de ver partidos ACB por televisión a participar en ellos”.

Desde entonces han pasado 22 temporadas, un hito que da imagen de la relevancia adquirida en un mundo muy exigente y para el que se debe estar preparado. En este sentido, Perea reconoce que no hay fórmula mágica para tener una exitosa longevidad sino más bien una suma de elementos. “La clave sin duda son las siguientes: actitud, humildad, ilusión, trabajar semanalmente la condición física y mental” confiesa.

Una carrera tan longeva da para mucho y entre los buenos recuerdos que guarda Óscar Perea, uno muy especial: la final de 2005. “Mi mejor momento quizás sería 2005 final liga acb. Arbitré tres partidos de la final incluido el 5 partido sin haber ninguna polémica arbitrar en toda la final”. Por el contrario, el pasado más reciente le guarda el sinsabor de haber tenido que vivir muchos partidos sin público por la COVID19. Perea reconoce que jugar en canchas vacías provocó que “nos encontráramos mucho más incómodos a la hora de arbitrar sin público”.

acb Photo / E. Cobos
© acb Photo / E. Cobos

Por suerte, ahora todo está superado y vuelve a sentir el calor y la pasión de las aficiones. Una pasión que se desata más aún en Playoff, un momento especial también para los árbitros. “El Playoff es junto la Copa del Rey el momento más álgido de la temporada, donde yo lo vivo con muchísima ilusión y con una enorme responsabilidad por la transcendencia que tiene cada partido” señala. En su opinión, “la diferencia con un partido de la liga regular es que una victoria te puede dejar fuera por la lucha al título y la liga regular son objetivos más a largo plazo no tan inmediatos”.

Ahora, y pese a recién concluir una larga y exigente temporada, el colegiado reconoce que "en cuanto acaba la temporada empieza la pretemporada para mí. La condición física y mantenerme físicamente a tope, es fundamental". Un nivel de exigencia alto que, no obstante, también le permitirá disfrutar de la tan necesaria desconexión veraniega junto a su familia. "En este periodo dedico mucho tiempo a la familia, mi mujer y mis hijos. Es muy importante cargar pilas y desconectar para iniciar temporada a tope", dice.

La 2022-23 será la 23ª temporada de Óscar Perea, un árbitro que, en plena madurez competitiva, sigue disfrutando de un sueño que arrancó con 15 años y hoy sigue estando muy vigente.