"Luis Casimiro es baloncesto desde que sé que existe ese deporte. De eso me enteré en el Colegio Público Ramón y Cajal, de Puertollano, en Ciudad Real. Allí estábamos los de 3º de EGB. Casimiro, quizá en 8º o ya en instituto, era alto como un mallo y venía por las tardes a entrenarnos. Ninguno de los de aquel Tercero hicimos (obviamente) carrera en el deporte, pero estoy seguro de que a todos Casimiro nos hizo comprender que el baloncesto es una maravilla, que es emocionante, técnico y elegante. Desde entonces, en la distancia, cada vez que escucho o leo su nombre pienso en aquella pista pintada de rojo del patio del colegio, donde soñé, qué cosas, con ser Corbalán. Solo le igualé en el cartón capilar. Precisamente hoy, que el Casademont Zaragoza acaba de perder, quiero dar las gracias a Luis Casimiro por todo lo hecho desde aquellos años de infancia hasta hoy. Él nos enseñó que el deporte es ganar y perder, luchar y disfrutar. Yo no lo he olvidado".
El periodista manchego Juan Antonio Gordón quiso acordarse del técnico del Casademont Zaragoza justo cuando su equipo cayó en las semifinales de la Basketball Champions League frente al Pinar Karsiyaka, mandándole un afectuoso mensaje de paisano a paisano: "Hoy no toca, pero quiero que se sepa que este puertollanero está muy orgulloso de su paisano".
@LuisCasimiro_ es BALONCESTO desde que sé que existe ese deporte. De eso me enteré en el colegio público Ramón y Cajal, de #Puertollano, en Ciudad Real.
— Juan Antonio Gordón (@jgordons) May 7, 2021
Ha llovido mucho desde aquella liga interna del colegio ganada de la mano de Luis Casimiro Palomo. Tanto que, este domingo, el entrenador del Casademont Zaragoza se convertirá en el cuarto técnico en toda la historia acb en alcanzar los 700 partidos acb. Solo Aíto García Reneses, Pedro Martínez y Manel Comas habían logrado algo igual. El dato cobra aún mayor fuerza cuando se contempla que solo once han llegado a la barrera de los 500 encuentros en Liga Endesa y únicamente media docena superaron el límite de los 600. Hoy son historia.
Nº | Entrenador | Partidos |
---|---|---|
1 | Aíto García Reneses | 1077 |
2 | Pedro Martínez | 911 |
3 | Manel Comas | 745 |
4 | Luis Casimiro | 699 |
5 | Salva Maldonado | 612 |
6 | Javier Imbroda | 605 |
7 | Gustavo Aranzana | 584 |
8 | Txus Vidorreta | 550 |
9 | Dusko Ivanovic | 547 |
10 | Alfred Julbe | 542 |
11 | Pablo Laso | 537 |
12 | Pepu Hernández | 498 |
En cuanto a victorias, Luis Casimiro es el sexto en el ranking, con 339 triunfos, un 48,5% de efectividad fruto de los años que ha pasado en equipos modestos cuyo único objetivo era mantener la categoría. Eso sí, solo cinco técnicos pueden presumir de haber sumado más victorias que él, aunque viendo el ritmo de Laso e Ivanovic, seguramente el siguiente objetivo de la lista para poder entrar en el Top5 sea el legendario Manel Comas y sus 392 victorias.
Nº | Entrenador | Victorias |
---|---|---|
1 | Aíto García Reneses | 738 |
2 | Pedro Martínez | 476 |
3 | Manel Comas | 392 |
4 | Pablo Laso | 389 |
5 | Dusko Ivanovic | 383 |
6 | Luis Casimiro | 339 |
7 | Javier Imbroda | 315 |
8 | Salva Maldonado | 306 |
9 | Alfred Julbe | 293 |
- | Lolo Sainz | 293 |
Con Luis Casimiro la sensación es extraña. Por un lado, el aficionado de mediana edad tiene la sensación de haberlo visto durante toda su vida en la élite, aunque lo joven que empezó y su propio aspecto, aparentando varios años menos de los que el calendario marcan, nos hacen olvidar ya va camino de los 61 años, solo por detrás de los 63 de Dusko Ivanovic. Pedro Martínez, el próximo junio, será el tercero en entrar en esa lista de sesentones ilustres de la Liga Endesa.
Nº | Técnico | Equipo | Fecha |
---|---|---|---|
1 | Dusko Ivanovic | TD Systems Baskonia | 01/09/1957 |
2 | Luis Casimiro | Unicaja | 21/06/1960 |
3 | Pedro Martínez | Baxi Manresa | 29/06/1961 |
4 | Porfi Fisac | Herbalife Gran Canaria | 24/01/1965 |
5 | Txus Vidorreta | Iberostar Tenerife | 20/06/1966 |
700 veces Luis Casimiro
Finales de mayo, finales de competición, época de premios y el título en juego. Sin embargo, pase lo que pase en las próximas semanas, gane quien gane la Liga Endesa, el MVP Movistar o cualquier galardón individual por decidir, Luis Casimiro podría responder que sí, que muy bien, pero que él fue nombrado Caballero del Santo Voto, una distinción que data del siglo XIV (¡1348!), el premio más popular y grande para los habitantes de Puertollano.
Y eso que él, curiosamente, ni siquiera nació allí. Lo hizo en Villamayor de Calatrava, un pequeño pueblo de unas seiscientas personas, en el que vivió durante sus primeros cuatro años de vida antes de mudarse a Puertollano, una vez contrataron a su padre en la Empresa Nacional Calvo Sotelo.
Su vida, narrada de forma larga y tendida en ACB.COM, parece de película. Funcionario en la localidad, alternó su trabajo de monitor de educación física en una residencia de la tercera edad con su pasión por el baloncesto. Una decisión lo cambió todo: mejor llevar un equipo durante 24 horas que dedicarle una hora a una veintena de conjuntos de diferente categoría. De ahí a la gloria, no siempre por el camino más corto.
Almodóvar del Campo, Don Benito. El vacío de no cobrar, de quedarse en el paro. El apoyo de Ricardo Hevia, su gran valedor, que le dio la opción de llegar a la acb como ayudante. La experiencia en Gandía o en Alicante. El máster al máximo nivel que se sacó acompañando a Pedro Martínez en el banquillo del Baloncesto Salamanca, en acb. Su oportunidad en Gijón, en el que se hizo un nombre por su capacidad y estilo. Y la apuesta manresana por sus servicios allá por la 97-98. No pudo salir mejor.
Un día, a la altura de Daimiel, paró su coche en el arcén porque le había entrado una llamada de teléfono, un ladrillo de la época, con la mejor noticia posible: Derrick Alston firmaba por su TDK Manresa. En ese momento sintió que su equipo haría algo grande, pero cómo imaginar hasta qué punto. Realmente dio con la tecla de aquel equipo, como confesó Paco Vázquez, pupilo en Gijón, al que pidió ayuda para conocer mejor ese vestuario: "Era muy inteligente. A lo que doy mucho valor es que, sabiendo que aquellos jugadores eran veteranos y con ganas de jugar, les dio la libertad que necesitaban para que ejecutaran su antojo".
"Recuerdo el discurso que dio en el vestuario de Cáceres, en la última jornada de la regular. Nos dijo que no sabía cuántos partidos más íbamos a jugar, así que disfrutásemos ese y disfrutásemos lo que éramos como equipo", confesó Vázquez a Antonio Rodríguez en un fantástico reportaje de Endesa Basket Lover.
Un mes después, era campeón liguero con el TDK Manresa. ¡Con el TDK Manresa! La efeméride se acerca peligrosamente al 25º aniversario, pero podrían pasar 50 y seguiría siendo complicada de igualar: "Tuve grandes momentos en mi carrera, pero difícilmente comparables con la Liga de Manresa. Creo que es difícil que algún equipo repita lo que nosotros hicimos, el hecho es que algo así no ha vuelto a pasar".
Dio mil botes, se rapó a cero, se llevó el homenaje de toda una ciudad y, sin embargo, con el tiempo se dio cuenta de que no supo saborear del todo tal gesta. Las canas le hicieron ver la trascendencia de la hazaña, una de las más grandes en la historia del deporte profesional -no ya solo baloncesto- vistas en el Viejo Continente.
Cuántas vueltas desde entonces. La etapa de Cáceres, el subcampeonato europeo con Pamesa Valencia. Valladolid, Alicante. A Luis siempre le dijeron que no sabía venderse bien, y quizá llevaban razón, teniendo en cuenta que solo 6 años después de una hazaña sin parangón en la élite, iniciaba proyecto en LEB, de la mano del Fuenla.
Asumió el proyecto con humildad, pues también le iba a dar mucho. El único entrenador capaz de ganar EBA, LEB y ACB subió al Fuenlabrada a las primeras de cambio a la máxima categoría y ya nunca le faltó trabajo.
De hecho, es uno de los hechos que definen sus carreras. Fuesen más o menos exitosos sus proyectos, acabase como héroe o con sabor agridulce, siempre había una oferta esperándolo. De hecho, solo sufrió la incertidumbre del paro entre diciembre de 2003 y mayo de 2004, tras una mala experiencia en Alicante. Las otras tres veces que fue destituido durante el curso de la temporada, encontró equipo a continuación. "Algo tendrá el agua cuando lo bendicen", dirían los abuelos del pueblo.
Estudiantes, Valladolid, bombero en Málaga y Sevilla, donde dejó huella. Si en Manresa fue campeón en su primer año y al Fuenla lo ascendió a la primera oportunidad, nada más pisar Gran Canaria conquistó el primer título acb de la historia del cuadro insular, la Supercopa Endesa 2016, clasificando al club para la primera Euroliga de su historia.
En su penúltima experiencia, la del Unicaja, alcanzó una final copera y se atrevió a darle la alternativa a Nzosa, más joven incluso que aquel Alberto Díaz al que dio la alternativa tres días después de que cumpliese los 18 años. Hoy, en Zaragoza, rozó la gloria europea con una gran participación en la Final Eight de la BCL (3º) y un final liguero tranquilo, lejos de agobios clasificatorios y sin opciones de Playoff. El reto, ahora, quitarle la 12ª plaza al UCAM Murcia en el último duelo del curso.
Enfadado por la última derrota de su equipo, por 31 puntos frente al Lenovo Tenerife (60-91), Luis Casimiro aparcó la efeméride de los 700 partidos para mandar un mensajes a sus hombres: "Lo que te estás jugando es una plaza y yo le comentaba ayer a los jugadores es que si la querían o no. Yo como profesional quiero ganar siempre porque mi vida depende de ganar, y yo creo que ellos también; el otro día nos hicimos un flaco favor a nosotros mismos, no ya a nivel de equipo, de club y ciudad, es que no tenemos que dar esa imagen ni bajar los brazos".
Un tipo con muy buen cartel en el mundillo entre medios, entrenador y, por supuesto, jugadores. Es complicado encontrar a alguno que hable mal de él e incluso algún ilustre, como Porzingis, le mandó de regalo su camiseta NBA en agradecimiento por la buena experiencia a sus órdenes. Hedonista y afable en el trato cercano, su mundo es su hija y su mundo es el basket, la mejor de las excusas para construir una vida. 700 veces Luis Casimiro. Y las que faltan.
La filosofía de Luis Casimiro, en 7 frases
A finales del curso 2011-12, cuando llegó a Málaga con un equipo destrozado anímicamente por no cumplir las expectativa, lo primero que Luis Casimiro hizo no fue impartir ninguna charla técnica o táctica. Simplemente, se preocupó por la vida más allá del baloncesto de sus jugadores, intentando que desconectasen un poco preguntándoles por el día libre que acababan de tener.
Y es que el manchego da un papel relevante a la psicología en sus planteamientos, consciente de que también la cabeza gana y pierde partidos: "El factor psicológico es determintante. A estos niveles, la capacidad mental marca la diferencia". Las cartas sobre la mesa, Luis nunca escondió los pilares de su filosofía:
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"Debemos tener una alegría bien entendida en ataque, pues estuvimos crispados y para jugar, hay que divertirse".
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"El proyecto deportivo nos debe mover por encima de todo, es la mejor inversión económica para cualquier entrenador. Es mejor el proyecto deportivo que cobrar más o tener más prestigio".
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"La virtud del entrenador debe estar en gestionar los momentos de gloria y los de depresión de la misma forma, hay que ser coherentes".
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"A los jugadores no se les puede mentir".
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"El arte del entrenador es saber hacer reaccionar al jugador de la manera adecuada tras estar ante la máquina de la verdad, que es el vídeo, y ser consciente de lo que ha hecho mal".
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"A la afición no hay que pedirle, hay que darle".
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"Me siento un privilegiado por trabajar en mi pasión. Valorar cada momento vivido me hace sentir el presente con ilusión y ambición".