Al ritmo de Facundo Campazzo y Jaycee Carroll, el Real Madrid consolidó su condición de rey de Copas al conquistar a lo grande y, tras dos finales perdidas, su título número 28 frente a un desconocido Unicaja que, incapaz de poner fin a la maldición del anfitrión, tendrá que esperar a una mejor ocasión (68-95).
El base argentino, elegido MVP y con 13 puntos, 4 rebotes, 13 asistencias y 29 de valoración, y el escolta estadounidense, que acabó con 20 puntos, destacaron en un triunfo coral al que contribuyó la mala tarde de los tiradores rivales, negados ante el aro y que solo acertaron con cuatro de sus veinte lanzamientos triples.
Los malagueños, espesos de principio a fin, no comparecieron en su gran cita. Con un baloncesto que nada tuvo que ver con el que exhibieron en semifinales, fueron barridos de principio a fin por un rival hambriento de triunfos y que, en su séptima final consecutiva, se tomó la venganza de la jugada en 2005.
El partido tuvo poca historia y se empezó a resolver demasiado pronto porque, mientras el Real Madrid se mostraba infalible desde el arco y contaba con un Campazzo a la altura de sus últimas exhibiciones, el Unicaja se empeñaba en lanzar triples como única solución a sus ataques, aunque no acertaba con ninguno.
Ahí estuvo la clave de los primeros diez minutos. De la mano del base argentino y de Carroll, los blancos anotaron cinco de sus ocho intentos desde la línea de 6,75 y rompieron antes de lo previsto una batalla menos intensa de lo esperado porque al Unicaja no le salía nada y andaba desnortado (13-26, min 10).
Y todo fue a peor para el equipo local en la reanudación con la salida de Rudy Fernández. Otros dos triples suyos, más un tercero de Trey Thompkins, dispararon a los de Pablo Laso, que llegaron a ganar por 21 puntos en una fase del choque en la que los malagueños se complicaban la vida en exceso y fallaban lo inimaginable.
Solo la aparición en ataque de su mejor hombre de la final, Dario Brizuela, hizo albergar esperanzas a la afición verde. Un triple del donostiarra, seguido de una jugada de 2+1, metió a los suyos en el partido a 2.28 del descanso, aunque solo fue un espejismo (26-35).
El Real Madrid tuvo algunas dudas al ver que su renta menguaba, pero, como todos sus hombres la metían desde fuera, siguió sumando de tres en tres para irse al descanso con medio título en el bolsillo (28-43, min 20).
Mientras que seis jugadores madridistas habían acertado desde el perímetro en la primera parte, con Campazzo (3), Carroll (2) y Rudy (2) como los más certeros, el Unicaja solo pudo meter uno de sus diez lanzamientos (10%), a lo que sumaba sus bajos porcentajes en tiros de dos puntos y desde la línea de personal.
De poco le servía ir ganando la batalla en el rebote (21-19) porque en valoración su oponente prácticamente le duplicaba (56-24).
El tercer acto arrancó por los mismos derroteros. Los locales seguían empeñados en apostar por los triples en vez de elaborar mejor sus ataques, lo que volvió a abrir el colchón a favor de los hombres de Pablo Laso, que, sin grandes alardes, ponían en práctica un baloncesto más lógico y efectivo, favorecidos por la tranquilidad que les transmitía el marcador.
Para colmo de males del Unicaja, Edy Tavares empezó a entrar en acción y a dominar bajo aros y Carroll siguió destrozando con su buena muñeca las ilusiones cajistas, que ya se habían difuminado del todo al término del tercer cuarto (42-68, min 30).
Con ese panorama, el último cuarto sobró. El Real Madrid siguió exhibiéndose hasta el final y el Unicaja, que a pesar de todo completó un gran torneo, continuó impotente hasta confirmar que la maldición del anfitrión -por la que solo dos organizadores han ganado el título ante su afición en 36 años de la era ACB- se prolongaba un año más, y ya van 18.
68 - Unicaja Málaga (13+15+14+26): Adams (7), Fernández (4), Toupane (2), Thompson (6) y Gerun (4) -cinco inicial-, Brizuela (22), Díaz (2), Waczynski (2), Ejim (4), Elegar (7), Guerrero (2) y Suárez (6).
95 - Real Madrid (26+17+25+27): Campazzo (13), Carroll (20), Deck (6), Randolph (5) y Tavares (12) -cinco titular-, Causeur (5), Fernández (6), Reyes (-), Taylor (9) Llull (4), Thompkins (12) y Laprovittola (3).
Árbitros: José Antonio Martín Bertrán, Carlos Peruga y Fernando Calatrava. Sin eliminados
Incidencias: Final de la Copa del Rey disputada en el Pabellón Martín Carpena de Málaga ante 10.874 espectadores.