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La defensa de España doblega a Serbia (62-70)

¡Victoria y a cuartos como primeras de grupo! La selección española dominó a Serbia con una magnífica defensa, la dirección de Maite Cazorla y la inspiración ofensiva de María Conde.

FIBA/JJOO
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España venció a Serbia (62-70) y termina la fase de grupos de los Juegos Olímpicos como primera. El equipo dirigido por Miguel Mendez exhibió una defensa de manual y llega invicto y cargado de moral a la fase donde se disputan las medallas.

España fue entrando en el partido poco a poco, yendo de menos a más y siempre partiendo de una gran defensa que bloqueó durante muchos minutos el ataque serbio. Con sólidos cimientos atrás, el estreno de María Conde en el torneo olímpico dio nuevos bríos a una España que se mostró efectiva compartiendo el balón en ataque (23 asistencias).

La alero, que hasta ahora no había podido jugar por problemas físicos, entró como un vendaval y su efectividad anotadora (15 puntos) impulsó al equipo, especialmente en el tercer cuarto. Ese fue el punto de inflexión de un duelo igualado hasta entonces. España abrió el cuarto con un parcial de 9-0 y su ventaja se fue por encima de los 20 puntos.

Y si Conde fue el estilete ofensivo, el control del partido fue de una Maite Cazorla magnífica en la dirección con siete puntos y cinco asistencias. Serbia reaccionó de la mano de Yvonne Anderson (18 puntos y siete asistencias) hasta situarse a seis puntos de España a 46 segundos del final, pero ya no quedaba tiempo para más y el triunfo no se escapó.

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España entró en el encuentro con la novedad de María Conde, inédita en el torneo hasta la fecha, para contrarrestar el mayor físico del equipo serbio. Sobre el parqué, lo que no fue nuevo fue el acierto de Leo Rodríguez y la canaria abrió el partido con cinco puntos dándole a España las primeras ventajas en el marcador (3-7).

Aunque la defensa española estaba bien posicionada y sólo Jovana Nogic (siete puntos y cinco asistencias) parecía encontrar el camino al aro por parte de Serbia, el buen inicio español se vio frenado cuando la rotación de jugadoras en Serbia elevó el listón defensivo y empezó dificultar la circulación de balón española.

La defensa serbia presionaba la subida de balón y su ataque, sin estar del todo acertado, le valía para estar cerca en el marcador y algo más peligroso para España: sacar la segunda falta personal a Megan Gustafson.

En un encuentro de anclajes cortos, la inspiración momentánea que España encontró con el triple de Alba Torrens y cuatro puntos seguidos de Queralt Casas (10 puntos y cinco rebotes) permitieron disfrutar de un favorable 17-25 mediado el segundo cuarto.

El partido transcurría con una marcha de menos, con un control de los tempos excesivos y sin que ninguno de los dos equipos quisiera acelerarlo por miedo a perder el control del mismo.

Serbia seguía estando por detrás en el marcador, pero amenazando con la remontada gracias una Angela Dugalic muy efectiva en la pintura. Siete puntos de la interior serbia permitieron que su equipo recortara la diferencia hasta el 26-29, pero entonces apareció nuevamente María Conde para dar la replica y encadenar tres buenas acciones ofensivas. Ese arreón final supo a gloria en un encuentro tan apretado y provocó que el equipo se fuera al descanso con un favorable 28-37.

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El paso por los vestuarios le sentó de maravilla al equipo español que voló sobre la pista del Pierre Mauroy. Las españolas abrieron el tercer cuarto con la inspiración ofensiva que había faltado y, gracias a un parcial de 9-0, elevaron la diferencia a los 18 puntos (28-46). Marina Maljkovic mandó parar el partido, pero un triple acto seguido de María Conde elevó la diferencia por encima de los 20 puntos.

El ataque serbio estaba ofuscado, sin encontrar las llaves de la canasta española y sus primeros puntos llegaron cuando quedaban 3:44 minutos para terminar ese período. España había colapsado la zona vistos los problemas del rival para anotar desde fuera y el plan estaba saliendo a la perfección.

Lo más difícil, romper el encuentro, se había conseguido desde la defensa y esa misma sería la encargada de no permitir que el rival volviese al mismo. Así lo evidenció el robo de balón con el que se abrió el último cuarto y que transformó Paula Ginzo en nuevos puntos para España.

La pívot fue fiel reflejo del hambre que mostró el equipo en todo momento. Sobriedad y entrega defensiva y oportunismo anotador. Todo era tan a favor del equipo que hasta le sirvió para alargar la rotación y posibilitar el descanso a las jugadoras con mayor carga de minutos en el torneo.

Sin embargo, un par de buenas acciones de Yvonne Anderson rompieron el plácido transcurrir de los minutos para España. La base nacionalizada puso picante al final del partido y, ya fuera con sus puntos penetrando o asistiendo, hizo que Serbia se asomase a la remontada con el 62 a 68.

En todo caso, el incendio serbio no fue a mayores y, cuando de verdad se acercó en el marcador, el tiempo tocaba a su fin. España templó los nervios, superó la agresividad defensiva serbia de los últimos minutos y cerró el partido para ganar y entrar en cuartos como primera de grupo.