Barcelona, 14 May. 2002 (EFE).-
El Barcelona y el Caprabo Lleida se ciñeron en el primer partido de la serie al guión que se prevé en un enfrentamiento entre el primero y el octavo clasificado de la primera fase de la Liga, con una cómoda victoria para el favorito en todos los pronósticos.
Los barcelonistas dominaron por entero el encuentro y convencieron tanto a sus aficionados como a los ilerdenses de que los primeros tienen una particular guerra por alzarse con el título y los segundos deben conformarse con disfrutar de su histórica clasificación para estas eliminatorias.
El Barcelona puso de manifiesto su superioridad sobre la pista desde que los árbitros pitaron el comienzo del partido, con un parcial de inicio de 6-0 y sin dejar anotar al Caprabo Lleida su primera canasta hasta que el duelo no se encontraba en su tercer minuto de juego.
A esta primera situación le siguió otra también muy favorable a los intereses barcelonistas, en forma de nuevo parcial, en esta ocasión de 8-2, que obligó a Edu Torres a solicitar un tiempo muerto (14-4). Torres acertó de lleno, ya que el regreso de sus jugadores a la pista tras recibir las pertinentes consignas se saldó con un 0-7 que dejaba las cosas en un 16-11 mucho más equilibrado.
El Caprabo Lleida llegó a reducir las diferencias a sólo cuatro puntos (18-14), pero un triple de Nacho Rodríguez y una canasta con tiro adicional de Efthimios Rentzias situaron la ventaja del Barcelona al término del primer cuarto en 8 puntos (24-16).
En el segundo periodo, el Barcelona se dedicó básicamente a administrar la renta conseguida en los primeros diez minutos con una táctica de desgaste al rival que alcanzó las mayores cotas cuando coincidieron sobre la pista Ademola Okulaja y Rentzias, los dos pívots azulgrana con más experiencia ante la decisión de reservar a Roberto Dueñas. El Caprabo Lleida soportó entonces máximas desventajas de dieciséis puntos (43-27, min.19) que apuntaban una relativa comodidad de su rival tras el descanso para apuntalar el triunfo.
La reanudación comenzó con una serie de despropósitos en cadena por parte de uno y otro equipo, llegando a gastar cinco minutos de este tercer periodo para anotar 3 puntos los jugadores de Aíto García Reneses y 5 los de Edu Torres (48-36, min.25). A partir de ese instante, el Barcelona sólo tuvo que apretar un poco el acelerador para alcanzar una máxima diferencia a su favor de veinte puntos (60-40, min.29) y obligar a su rival a bajar prácticamente los brazos.
Una de las razones de la facilidad con la que los barcelonistas resolvían es que la plantilla del Caprabo Lleida depende de cada una de sus piezas y una tan clave como Roger Grimau, uno de los principales artífices de la presencia de su equipo en las eliminatorias por el título, no anotó su segundo y tercer tiempo hasta los últimos compases de este periodo (60-47).
Grimau cambió sin embargo su actitud en ese preciso momento y lideró una tímida reacción que redujo la desventaja del conjunto ilerdense hasta únicamente once puntos (62-51) antes de afrontar el último cuarto. Una primera canasta del Caprabo Lleida en esos últimos diez minutos situó las diferencias en nueve puntos (62-53), pero el Barcelona abrió la caja de los truenos y con Sarunas Jasikevicius como líder machacó a su rival con una exhibición ofensiva.
Arbitros: Amorós, Guirao y García. Sin eliminados.
Incidencias: Primer partido de la serie de cuartos de final de la Liga ACB que enfrenta al Barcelona y al Caprabo Lleida, disputado en el Palau Blaugrana ante 7.000 aficionados