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Oriola redime pecados en la cuarta entrega de 'El Confesionario acb'

El jugador del BAXI Manresa es entrevistado por Antoni Daimiel en la cuarta entrega de la propuesta de acb y Movistar Plus+ para conocer con profundidad a los protagonistas de la Liga Endesa

  

"He pecado bastante durante mi carrera deportiva, hoy puede ser un buen día para confesarme". Pierre Oriola llegó pisando fuerte a la cuarta entrega de 'El Confesionario acb', el proyecto de acb y Movistar+ que permite conocer de cerca a los grandes nombres de la Liga Endesa.

El hoy pívot del BAXI Manresa repasó su trayectoria en Liga Endesa, viando de un lugar a otro de la mano de los equipos que representó. "En Sevilla pasé dos años muy buenos. El primer año sufrimos muchísimo, pero lo pasamos muy bien con el grupo que teníamos. Tengo muy buenos recuerdos", comentó sobre sus primeros años de Liga Endesa. Después llegaría la Valencia Basket, donde ganaría la Liga Endesa, en un año inolvidable para él. "Hubiese podido seguir, pero cumplir el sueño de jugar en el Barça para mí era muy importante".

"Pese a ganar allí 4 Copas y una Liga Endesa, la estadística fue negativa a nivel de títulos: hay veces que el rival es mejor que tú", añadió, mojándose a la hora de recordar cómo vivió el caso Heurtel: "Me hubiese gustado que se me hubiese comunicado la decisión de dejar a Heurtel en tierra".

Tampoco dejó la oportunidad de aclarar una de sus frases más sonadas y polémicas. "Cometí un error en una entrevista en la que dije que era antimadridista más que cule. El fanatismo en el deporte tiene que estar a un lado, damos ejemplo a muchos niños y gente que nos está viendo".

Oriola le confesó a Daimiel las veces que vio su cuenta del banco más llena, se atrevió a elegir su modelo de entrenador favorito y se sinceró sobre su futuro cuando cuelgue las botas: "Me gustaría comentar partidos y analizar encuentros y jugadores, pero tengo una espinita clavada con el mundo de la interpretación. No sé si como actor, pero sí detrás de las cámaras apoyando algún proyecto". Pierre Oriola... ¡en estado puro!