Topes de la Supercopa Endesa

Fernando Martín sigue teniendo en posesión la mayor exhibición anotadora de la historia de la Supercopa: los 33 puntos que cosechó en la final de 1985 con apenas 23 años. En ese partido entre Real Madrid y Joventut, equipo que salió campeón, el jugador madrileño encontró un férreo rival en Greg Stewart, que se quedó con solo un tanto menos, 32. Ambos fijaron otro tope al encestar 12 tiros de dos en 20 y 16 intentos, respectivamente.

Un de los último topes en caer es el de tiros de tres. El 7 de 10 convertido por Nico Laprovittola en solo los tres primeros cuartos de la semifinal entre Barça y Joventut de 2022 pone fin a más de cinco lustros de quíntuple empate entre Demond Mallet (2008), Pablo Prigioni (2008), Brad Oleson (2011), Jaycee Carroll (2013) y Sergio Llull (2016) con un total de 6 anotados. El propio Laprovittola fijó el de asistencias (14) en esa misma edición.

Donde sí se mantiene la igualdad es en los tiros libres, con hasta tres jugadores en la marca de 10. De todos ellos, Pablo Prigioni (2007) es el único en lograrlo sin fallo.

El récord más espectacular de todos recae en Edy Tavares y los 40 de valoración que alcanzó en la final de 2022, donde también sumó la segunda mejor cifra de rebotes (12) y tapones (5).

Casi la mitad de las mejores marcas colectivas del torneo, seis de 14, cayeron en un solo partido. Fue el que enfrentó en 2019 al Real Madrid y al Montakit Fuenlabrada. El club blanco pasó a la final tras rozar la perfección en un duelo donde rompió los récords de anotación (116), diferencia de puntos favorable (+55), asistencias (32), tapones (8), valoración (167) e igualó el de triples anotados (19), ya en su propiedad desde seis años antes.

Otro hito difícil de superar son los 34 tiros libres convertidos por Iurbentia Bilbao Basket en 2007. Y, ojo, con 40 intentos, lo que supone un 85% de acierto. Aquello sirvió para que los Hombres de Negro alcanzaran la única final de Supercopa de su historia.