Redacción, 12 nov. 2013.- Palacio de los Deportes José María Martín Carpena de Málaga. Minuto 12:48 del encuentro que está enfrentando al Unicaja con el UCAM Murcia. Una de las perlas de la cantera murciana salta a la pista para debutar con el primer equipo.
Es Carlos Toledo Zamora, al que desde el banquillo observa con admiración su hermano pequeño, compañero de equipo y también a la espera de esa ansiada primera oportunidad.
Tras el descanso, Rodrigo San Miguel tenía que retirarse por lesión y apenas dos minutos después Óscar Quintana llamaba a Juan Toledo para que saltara al parqué. A punto de cumplirse el minuto 25 de partido (24:50) se escribía una nueva página en la historia del club murciano y de la Liga Endesa, al debutar dos jovencísimos jugadores en un mismo partido que, además, son hermanos.
Al término del encuentro, su entrenador sólo tenía buenas palabras para ellos. Han estado como cada semana y como estuvieron durante la pretemporada, con ganas de hacer las cosas bien, aportando todo lo que pueden al equipo y ayudando a sus compañeros, explicaba Óscar Quintana. Los he visto muy metidos en el partido, siendo un duelo muy difícil, más siendo fuera de casa. Han dado buenas rotaciones.
Un día especial para toda la familia
Por su juventud, no llevan demasiado tiempo esperando una oportunidad que les ha llegado antes de lo esperado por una familia que está orgullosa de todo lo que están consiguiendo los dos hermanos.
Carlos ya había ido convocado unas cuantas veces con el primer equipo y Juan viajó por primera vez para el partido contra el Estudiantes. Además, habían hecho la pretemporada con el primer equipo, pero son todavía jóvenes y, aunque sabíamos que algún día pasaría, no pensamos que sería de esta manera, en un partido como el de ayer, los dos el mismo día, fuera de casa... Realmente fue una sorpresa, reconoce Juan, el padre de ambos.
Aunque ya han jugado antes juntos, ya que se llevan 15 meses, nunca pensamos que podían debutar a la vez, explica el cabeza de familia, quien comenta que Carlos tenía 16 años cuando le convocaron por primera vez con el equipo y Juan estaba jugando con el júnior. Realmente es muy curioso que en la primera oportunidad que han compartido banquillo en el primer equipo hayan tenido la posibilidad los dos de salir a jugar.
Igual que su padre, los dos protagonistas de la historia veían difícil que ambos tuvieran su oportunidad en esta Jornada 5. Pensábamos que uno por lo menos podría tener oportunidad de jugar, sobre todo al estar Berni lesionado y ser alero, pero no pensamos que podríamos tener ocasión los dos, afirma el mayor de los hermanos, mientras el pequeño coincide y asegura que lo veía complicado. Debutar tan joven y poder hacerlo con mi hermano era difícil. Sí pensé que él podría llegar a jugar, porque había estado entrenando muy bien y ante la lesión de Berni y él poder jugar de alero, pensé que podía tener su oportunidad. Pero yo, sinceramente, lo veía complicado.
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Sin embargo esa oportunidad llegó y las sensaciones, tanto para ellos como para su familia, fueran inmejorables. Nosotros seguimos el partido por la radio, como si fuera un partido de fútbol de los años 50, comenta el progenitor de los hermanos Toledo entre risas, a la vez que se muestra emocionado al recordar cómo estaban sus hijos tras el partido. Estaban eufóricos, muy contentos. Comentaban que todo el mundo les había felicitado, que les habían entrevistado y mucha gente se había hecho fotos con ellos. Estaban muy contentos, porque fue un partido intenso y hubo opciones de victoria hasta el último momento. Jugaron buenos minutos y, sobre todo, con muchas ganas.
El baloncesto, una auténtica pasión
La familia Toledo Zamora es una gran enamorada del baloncesto. Como cuenta el padre de las dos nuevas estrellas del UCAM Murcia, empezaron a jugar siendo muy pequeños, Carlos en alevín y Juan en infantil, porque su hermano mayor también jugaba al baloncesto. Carlos empezó con el fútbol, pero le vio la entrenadora de sus hermanos y me dijo ¿éste por qué no se viene conmigo también? Así empezó y se engolosinó tanto que desde entonces no ha parado.
Así, comenzó una trayectoria que arrancó en la Agrupación Deportiva Marme, que es el club de San Javier, un pueblo a 50 km de Murcia, donde vivimos. Unos años más tarde se interesó el CB Murcia por ellos y, pese a que tenían un desplazamiento muy largo, con algo de esfuerzo conseguimos que pudieran ir.
Y es que Carlos y Juan están acostumbrados desde muy pequeños a hacer grandes desplazamientos para disfrutar de su deporte preferido. Era complicado, porque tenían el colegio en Cartagena, de ahí se iban a Murcia a entrenar y después a casa a San Javier. Se daban una buena paliza, con un montón de kilómetros, explica su padre, que sin embargo asegura que a ellos no les ha pesado, porque les entusiasma lo que hacen. Nosotros hemos intentado ayudarles en todo lo que hemos podido, pero yo tengo un trabajo que no me permite poder llevarlos constantemente. Ahora, además, la pequeña también está jugando aquí en San Javier, así que es difícil poder irnos todos para Murcia. Pero los críos lo llevan bien, porque su ilusión pesaba más. Además, el club ha ayudado en todo lo que ha podido. El año pasado los traían después del entrenamiento y hay que tener en cuenta que el responsable de hacerlo tenía 50 km de ida y otros tantos de vuelta hasta San Javier.
Una semana muy especial
Tras la victoria frente al ya Tuenti Móvil Estudiantes, el UCAM Murcia afrontaba una nueva semana de trabajo para preparar el duelo contra el Unicaja. Los dos hermanos Toledo, como siempre, entrenaban con el equipo sin saber si viajarían a Málaga.
Como explica el más pequeño, Juan, los dos estuvimos toda la semana entrenando con el equipo. A Carlos le dijeron que iba a ir a principios de semana y a mí el día antes de viajar, el viernes. Me hizo mucha ilusión, porque sólo la oportunidad de estar sentado ahí ya valía la pena. Pero no iba a ser un desplazamiento corriente, ya que antes, ambos jugadores tendrían que trasladarse a tierras valencianas, para disputar, con el filial, el partido de la Liga EBA.
Fuimos el sábado a jugar a Paterna con el EBA. Hicimos un buen partido y pudimos ganar y nada más terminar, a las nueve de la noche, nos recogió un coche con el delegado del primer equipo para irnos a Málaga, recuerda Carlos, quien reconoce que fue cansado, pero siendo para jugar con el primer equipo hubiera hecho los kilómetros que hiciera falta.
Con esa misma ilusión lo recuerda Juan, quien explica que íbamos muy contentos, porque habíamos ganado con el filial. Además, sabiendo que Berni estaba lesionado, pensamos que quizá alguno tendría la oportunidad de jugar, así que un viaje tan largo se hizo mucho más ameno.
Llegaron a Málaga a las tres de la madrugada, cansados, pero ilusionados con la nueva oportunidad que se les presentaba. Cuando llegamos, ya todo el equipo estaba durmiendo. Fue por la mañana cuando nos hicieron el recibimiento y fue genial, asegura Carlos.
Y llega el momento más esperado
El domingo llegó el gran momento. El primero en saltar a la pista fue el mayor de los dos hermanos, Carlos. Ya estuve convocado con el primer equipo hace dos temporadas, cuando tenía 16 años, tres veces, las mismas que llevo este año. Tenía muchas ganas de que llegara este momento, porque siempre que he ido con el equipo he estado con ese gusanillo de saber si podría debutar o no, así que ahora estoy muy contento, declara.
Esa felicidad también la contagia Juan, que dudó durante muchos minutos que el partido de Málaga fuera el de su debut. Cuando vi a mi hermano jugar y que no lo hacía mal, pensé que lo mío era ya casi imposible, porque creí que seguiría en la segunda parte. Pero cuando se lesionó Rodrigo San Miguel se me pasó por la cabeza que igual me podían dar unos minutillos, afirma.
Y los tuvo, igual que su hermano mayor, quien asegura que al principio me sentí muy nervioso, porque era la primera vez que iba a jugar en el primer equipo, pero cuando ya llevaba unos minutos en la pista me sentí muy bien, muy feliz y con ganas de demostrar algo.
Por su parte, Juan recuerda que al principio, cuando me llamó Óscar para salir a pista me quedé un poco paralizado, expectante, escuchando las órdenes que me estaba dando. Después ciertos nervios, pero saliendo con la mentalidad de hacerlo lo mejor posible y entregarme al máximo, cometiendo los menos errores posibles. Pese a los nervios, pude disfrutarlo mucho.
Para Carlos fue muy emocionante compartir banquillo con mi hermano y, sobre todo, poder debutar los dos.
Compaginando deporte y estudios
Como explicaba su padre, ambos jugadores han tenido que sacrificarse mucho para poder disfrutar de su pasión, el baloncesto, sin descuidar los estudios. Y lo cierto es que los dos hermanos han demostrado su madurez, compaginando a la perfección ambas cosas.
Carlos Toledo está estudiando en la UCAM, Ciencias del Deporte. Ahora es un poco más difícil, porque tengo menos tiempo para ir a clase, pero compaginándolo bien, se puede sacar todo adelante.
En 2º de bachillerato, Juan Toledo trabaja duro para conseguir su próximo objetivo. Lo llevo muy bien. Seguramente voy a hacer medicina o algo relacionado con la medicina, así que tengo el adicional de tener que sacar buena nota para poder entrar en la carrera. Cuesta un poco, el estudiar y el tener doble entrenamiento, con el primer equipo y con el filial, pero se saca tiempo para todo, se puede compaginar bien. Hay que esforzarse mucho, estudiando por la noche a veces... Pero entrenar con el primer equipo se hace con muchas ganas, así que no importa tener que quedarse luego un ratillo más estudiando, declara.
Como es lógico, cuentan con el apoyo de toda la familia. Tenemos una hermana pequeña, María, que juega en San Javier, como antes nosotros, y un hermano mayor que también jugaba aunque ya lo dejó. Es cierto que toda la familia nos sigue, nos ayuda y está pendiente de nosotros, agradece Carlos.
Y también, se sienten muy cuidados por el club murciano. Tenemos muy buena relación con todo el equipo y ya cuando antes habíamos viajado con ellos nos habían dado algunos consejos, que saliéramos muy concentrados, conociendo bien los sistemas, intentando no hacer errores. En Málaga, Berni nos dio muchos ánimos y todo el equipo nos apoyó mucho durante toda la semana. Todo el club nos tiene muy arropados. Estamos muy cómodos en el club, en el equipo, con el entrenador, con todos, sentencia Juan.
Además, el pequeño de los hermanos asegura que en el colegio también nos han apoyado, así que todo fantástico.
A seguir progresando
Ahora, tras haber debutado en la máxima competición, Juan Toledo padre sólo espera que sus hijos sigan trabajando como han hecho hasta ahora. Este mundo es realmente difícil. Hay muchos críos muy buenos en todos los sitios. Lo importante es estar ahí y que, cuando tengan las oportunidades, intenten aprovecharlas. Mientras tanto, a seguir trabajando, termina.
En la misma línea se expresa su hijo Carlos, quien cree que ahora lo importante es conseguir más minutos, porque lo difícil es mantenerse en esta liga.
Pasado el debut, llega el momento de los reconocimientos, algo que para Juan es un poco raro. Estamos con llamadas por aquí y por allá. La verdad es que suena un poco épico que dos hermanos debuten el mismo día, pero lo estamos viviendo con tranquilidad.
Hoy ha sido un día normal, he ido a clase al instituto, mis compañeros me han felicitado, la familia nos ha mandado mensajes... Estamos muy contentos, concluye Juan Toledo, el pequeño de una saga que todavía tiene mucho que decir.