Australia conquistó la medalla de bronce tras derrotar a Eslovenia por 93-107 en un partido marcado por la sensacional actuación de Patty Mills. El genial base australiano lideró la victoria con 42 puntos y nueve asistencias evitando que la Eslovenia de Aleksej NIkolic, Klemen Prepelic y Mike Tobey completase su gran torneo con medalla.
El equipo esloveno no estuvo tan entonado como en anteriores partidos, quizá el peso de los partidos y la decepción de la derrota en semifinales pasó factura y ya desde el principio tuvo que remar a contracorriente porque la agresividad defensiva de Australia le pudo y rápidamente se vio por debajo en el marcador.
Luka Doncic era el reflejo del equipo con un mal pase y un ‘airball’ presionado por la defensa de Mathisse Thybulle. Sin embargo, Luka no tardó en carburar y lideró un parcial de 10-0 con el que momentáneamente el equipo esloveno se colocó por delante (17-16). Eslovenia, además, había encontrado un inesperado generador de juego en Mike Tobey (13 puntos, cuatro rebotes y cuatro asistencias) que desde el poste alto generó asistencias al corte por la línea de fondo de sus aleros.
La respuesta australiana vino de un Patty Mills muy activo desde el comienzo, monopolizando los ataques y logrando al inicio de segundo responder al mejor juego esloveno. El base llegó a sumar 23 de los 39 puntos de su equipo y eso le sirvió para superar su mal momento. 13 puntos suyos lideraron un parcial 4-17 que consiguió dar la vuelta al marcador y poner nuevamente por delante a su equipo (35-45). A partir de ese momento Eslovenia se perdió entre técnicas y Australia lo aprovechó para cerrar la primera parte con una ventaja que hacía justicia a su mejor juego y a un inconmensurable Patty Mills, autor de 19 puntos en este período.
A él se sumaron en el tercer cuarto los puntos de Jock Landale y Joe Ingles (16 puntos y nueve rebotes), y Australia logró una ventaja de 12 puntos (52-64). Eslovenia estaba fuera de punto y Tobey no podía contener al rival, por lo que el tiempo muerto del seleccionador esloveno fue necesario para aclarar conceptos y pausar pulsaciones.
Klemen Prepelic (18 puntos y siete rebotes) tiró de orgullo y, con una acción de tres más uno, quiso despertar a los suyos. El problema es que delante ya no tenía a un jugador sino a todo un equipo como lo demostró Ingles con dos nuevos triples que cerraron el tercer cuarto y Chris Goulding quien abrió el último con un nuevo triple que elevó la diferencia a una máxima de 14 puntos (67-81).
Fue ahí cuando verdaderamente salió a relucir el orgullo competitivo de esta selección y un parcial de 13-2 le volvió a meter de lleno en el encuentro. Los equipos podían cambiar dinámicas y los eslovenos crecerse desde atrás, pero una absurda antideportiva de Jaka Blazic y una falta ataque de Vlatko Cancar le dieron un respiro a Australia que volvió estirar la ventaja hasta la decena de puntos.
Eslovenia aún tuvo un último arrebato de remontada con dos triples de Luka Doncic que la aproximaron a seis puntos. Sin embargo, a estos respondieron otros tantos de Exum e Ingles, y definitivamente Australia voló hacia la medalla de bronce.